rencor maldito, incómodo, profano.
Promesas inútiles, no las escucho.
¡No perdono y no callo!
Me desahogo con ira y lágrimas,
lágrimas saturadas en mi garganta.
Lastimo a quien miro y a mi alma.
Adolorida y cansada prefiero abrazarlas.
Respiro profundo, inhalo paciencia,
trato de mirar a través de la niebla,
si doy un mal paso borraría las huellas,
las huellas que trazé con tanto esfuerzo y amor.
Por el rencor que crece en mis entrañas
rencor maldito, incómodo, profano.
Callo, perdono y me obligo,
a olvidar lo que a mi corazón acongoja.
AliCorpe
